Un poco de historia

En esta casa -situada en el barrio San Eduardo- aún se abren paso plantas nativas que luchan contra el avance de las industrias y el relleno de los bañados.

Hasta hace unos años había liebres, culebras, perdices y el sol se veía caer en el horizonte iluminando la llanura. El viento pampero se hacía sentir con mucha fuerza.

Para que imaginen lo despoblado que estaba de galpones, una tarde el viento hizo caer el ciruelo y la higuera, que enraizaron caídos y siguieron viviendo.

Hoy, el barrio ya no es San Eduardo, sino la Zona de Promoción Industrial "El Triángulo". Ahora abundan los camiones y los autoelevadores con sus pitidos constantes.

La casa, como tal, ha quedado casi sola.

Antes de que fuese nuestra, era la casa donde vivían Doña Angela y Don Olivo. Tenían una vaca y cultivaban flores y frutales.

Familiares suyos nos han contado que la niñez era muy bella aquí, se bañaban en el arroyo Las Tunas donde cazaban ranas. La leche la compraban "de Doña Ángela", recién ordeñada.

Don Olivo trabajaba en el terreno y cuando terminaba el trabajo antes de entrar a la casa, tenía que limpiarse muy bien para no manchar los pisos de parquet. 

Cuando la habitamos, en el año 1997, la casa ya hacía muchos años que estaba vacía. Aún quedaban vecinos, como el Tano Nino, que vivía en frente, en otra quinta. Y también vivía al lado el señor Risso. 

Ahora solamente seremos unas dos o tres las casas que existen desde aquellos años.  

Pero no solamente se vendieron y demolieron las casas y talaron los árboles. A medida que se fueron vendiendo los lotes, también se rellenaron los bañados y se levantaron galpones industriales. 

Los árboles talados ya no eran nativos, sino que eran bosques de eucaliptos y pinos, que una vez supieron adornar un trazado circular que esperaba ser un barrio residencial de casas quintas. 

Aprovechemos la oportunidad, ya que se quitaron los árboles exóticos, replantemos Talas, Acacias y Coronillos.

La Tienda Estacional propone refundar la casa como Tienda + Fábrica + Showroom de cosechas de flores, ramas, hojas y frutos.

La Tienda Estacional es un lugar de resistencia recordando el humedal que esta zona supo ser. 

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